El ambiente físico de los hospitales debe tratar de salvaguardar la sensibilidad personal y dignidad humana de los pacientes y sus familiares, tratar de aminorar sus ansiedades y preocupaciones, especialmente, en aquellos casos donde estén atravesando momentos difíciles, en esta presentación se plantea como objetivo exponer criterios de diseño que contribuyen a humanizar los espacios. Las investigaciones han demostrado que la cercanía de las personas con elementos de la naturaleza tales como: jardines, agua y luz natural ayudan a bajar la ansiedad y el estrés en largas esperas, jornadas de trabajo y durante los procesos de sanación. Un ambiente hospitalario también presenta riesgos de contaminación, de stress y fatiga, diseñar un ambiente sanador implica algunos retos de diseño muy especiales relacionados con el confort y la ergonomía, los materiales de acabado, las instalaciones mecánicas, eléctricas y de gases medicinales, el equipamiento médico y la tecnología apropiada.
Se mencionan criterios de accesibilidad universal, diseñando para todos los usuarios incluyendo a personas con movilidad y comunicación reducida, los grupos etarios (niños, adultos y ancianos), aspectos físicos, culturales y sociales, entre otros. Se concluye que la calidad de la edificación debe responder a los requerimientos de los usuarios; para crear un ambiente curativo los arquitectos deben transformar el proceso de diseño en un proceso terapéutico capaz de curar la mente, el cuerpo y el espíritu. La magnitud del impacto de la arquitectura sobre el proceso de curación y bienestar de las personas, se ha demostrado cada día por las investigaciones, llegándose a hablar del efecto placebo de la arquitectura.